Hacer las cosas de forma
sencilla, siempre dará un resultado de mayor productividad. ¿Cuántas veces
hemos hecho cosas en la oficina, en la casa, ejercitándonos o en nuestro tiempo
libre, que pensamos eran la forma fácil
y terminaron siendo la más complicada, en donde hicimos un esfuerzo mayor,
perdimos tiempo e incluso nos salió más caro?
Para cumplir con la premisa de
esta nota, lo más importante antes de empezar a hacer nada es planear. Tenemos
la costumbre de hacer las cosas “como van” sin tomarnos unos minutos para
desarrollar una estrategia y a veces hasta sin pensarlo, empezamos a trabajar.
Un ejemplo de la vida diaria es la
visita semanal al supermercado para la provisión de comida. El no tener una
lista de los productos básicos termina convirtiéndose en un desastre en tiempo
y dinero. No haber planeado lo que vamos a consumir durante una semana en más
de una ocasión ha terminado en el bote de basura porque solo fue una compra por
impulso. Al cocinar, ¿selecciona los productos que va a utilizar para preparar
un platillo, los pone a la mano y los ordena de acuerdo a como los va a
utilizar?
Planear no es complicado,
simplemente no nos damos el tiempo para hacerlo. No hay que tomar horas para realizar
una planeación, simplemente es una manera de definir y estructurar las cosas
que debemos de hacer en base a un objetivo para un periodo de tiempo
determinado. Para planear debemos de empezar con el hoy y ver por el mediano y
largo plazo.
Guía rápida para empezar a
planear:
- Antes que nada empiece por definir sus objetivos.
- Defina el plan de acción, y redefínalo cuantas veces sea necesario hasta tener mejor opción para su ejecución.
- Trate de mantener los procesos de forma sencilla.
- Una vez definido el plan de acción, si cuenta con los recursos para alcanzar la meta. Si no tiene los recursos, planee la mejor manera de conseguirlos ya sea de forma propia o a través de terceros.
- Empiece a trabajar y revise de forma permanente el plan de acción para establecer un control de tiempos y metas parciales alcanzadas. Optimizando siempre el uso de los recursos.
Mantenga el orden durante el
tiempo de ejecución del proyecto. El mejor juez para juzgar si el trabajo se va
realizando de acuerdo a lo planeado es uno mismo.
Esta es solo una pequeña muestra
de lo que es un proceso de planeación y la puede tomar para cualquier tarea,
haga una prueba con un proceso sencillo y verá que al obtener mejores
resultados su vida será más sencilla, y podrá comprobar que mantener la vida
simple, siempre es lo más productivo