viernes, 20 de septiembre de 2013

ERP... Introducción

Para las empresas que buscan mejorar la operación del día a día en sus procesos de negocio, la mejor opción es a través de la implementación de un sistema de gestión empresarial como un ERP.

ERP significa Entreprise Resource Planning (Planeación de recursos empresariales). Surge en los 60s, desarrollado por Ingenieros Industriales quienes crearon este concepto para controlar principalmente procesos de manufactura. Un ERP permite optimizar los procesos de negocio, establecer un ahorro significativo en los costos de operación, aumentar las utilidades y permitir a la alta gerencia tener una mejor visión del negocio para contar con una mejor toma de decisiones.

En los 70s se empezaron a diseñar los primeros sistemas que trabajaron bajo el concepto de automatizar e integrar varios requerimientos empresariales en una sola aplicación. Poco a poco a los sistemas que funcionaban de forma independiente le fueron añadiendo nuevas funcionalidades, de tal manera que las diferentes áreas: Finanzas, contabilidad, logística, ventas; podían automatizar sus procesos y trabajar en comunicación con las otras áreas con las cuales interactuaban en la operación diaria. Esta era estuvo dominada por grandes centros de cómputo con servidores que requerían mucho mantenimiento y control, por lo que la funcionalidad en las aplicaciones de negocios no era tan amigable para el usuario y se dependía de grandes áreas de sistemas para su operación diaria.

Los 80s trajeron la computadora personal y con ello, una mayor flexibilidad para el desarrollo de nuevas herramientas de software que hacían más amigable el uso de los sistemas de gestión empresarial. El problema que se comenzó a presentar en las organizaciones fue que cada área contaba con una herramienta de software diferente lo cual complicaba las tareas de cierre y conciliación de información, al tener que volver a capturar los datos y presentando problemas como la inconsistencia de información o la incompatibilidad de aplicaciones. El uso de redes de computadoras personales y de homogeneizar las herramientas de gestión empresarial, fueron dándole forma a una nueva filosofía en la venta, soporte y uso al software.

Los 90s fueron una época de mejora con respecto a la década anterior, que se vio revolucionada por el surgimiento de Internet. Las empresas buscaron la forma para que las soluciones de gestión empresarial permitieran que la información fluyera de forma más sencilla entre empresas de un mismo grupo o sucursales en diferentes puntos geográficos. Poco a poco los grandes servidores que ocupaban pisos enteros fueron transformándose en espacios de oficinas donde equipos con grandes memorias y espacios para almacenar información le dieron cabida a soluciones que permitían llevar la gestión empresarial a un nivel de automatización total. Logrando además bajar los costos de inversión en las soluciones haciendo su uso más común en las organizaciones y que estas fueran operadas por todo el personal que requería una aplicación o funcionalidad específica para su operación diaria.


El nuevo siglo ha traído nuevos clientes, empresas cada vez más pequeñas que requieren del mismo nivel de aplicaciones empresariales que un gran corporativo para mantener una operación completamente automatizada con disponibilidad de información en cualquier momento y que se pueda consultar desde un teléfono inteligente o una tablet.