Seúl, 23 de enero, 2017 (Reuters). Samsung Electronics Co Ltd dijo el lunes que su último modelo estrella de teléfono inteligente de la serie Galaxy S podría retrasarse, comprometiéndose a mejorar la seguridad del producto después de llevar a cabo una investigación sobre las causas de los incendios en sus dispositivos de alta gama Note 7.
Tras concluir unas pesquisas que se prologaron por meses, el mayor fabricante mundial de teléfonos avanzados dijo que el fallo de los productos era culpa de las baterías defectuosas de dos proveedores. Este fracaso le supuso un impacto de 5,300 millones de dólares en su ganancia operativa.
El jefe de telefonía móvil de Samsung, Koh Dong-jin, dijo que se habían tomado medidas para evitar que se repitiesen los incendios, en momentos en que la compañía surcoreana está preparándose para lanzar el Galaxy S8, su primer móvil de gama alta desde el Note 7.
"Las lecciones de este incidente están profundamente reflejadas en nuestra cultura y nuestros procesos", dijo Koh a los periodistas en una rueda de prensa. "Samsung Electronics trabajará duro para volver a ganarse la confianza de los consumidores".
Koh dijo que no se presentará el Galaxy S8 en el Congreso Mundial de la Telefonía Móvil de Barcelona que comienza el próximo 27 de febrero, un foro tradicional para las presentaciones de la serie Galaxy S. No quiso responder a la pregunta de cuándo lanzará la empresa el dispositivo, si bien los expertos vaticinan que empezará a venderse en abril.
Los inversores han dicho que Samsung necesita volver a asegurar a los consumidores que tiene el control sobre el problema del Note 7 y que pueden confiar en que lo arreglará.
La reputación de Samsung sufrió un duro golpe cuando la empresa anunció el retiro de los Note 7 que podían incendiarse. Poco después surgieron informaciones de que lo mismo pasaba con teléfonos de sustitución. En las redes sociales se difundieron imágenes de aparatos de Samsung derretidos y las aerolíneas prohibieron a los pasajeros llevarlos en vuelos.
El teléfono, que es la respuesta de Samsung a los iPhone de Apple, fue retirado en octubre, menos de dos meses después de ser lanzado, en el que ha sido considerado uno de los mayores fracasos de la industria tecnológica.