lunes, 2 de diciembre de 2013

Bitcoin, ¿instrumento financiero de alto riesgo?


La moneda creada en la red funciona como cualquier otra para hacer transacciones online y offline y sigue ganando terreno a pesar de las dudas que desata.

Bitcoin (BTC), es una moneda creada en 2009, aunque se desconoce su autor, se sabe que quizá fue desarrollada por un grupo de hackers bajo el seudónimo Satoshi Nakamoto. Funciona mediante un sistema llamado peer to peer (P2P) que conecta a dos computadoras de manera anónima para el intercambio de información. 

Meternos en las entrañas de la bitcoin significa navegar por una serie de complejos conceptos de ingeniería en sistemas computacionales, pero trataremos de explicar su funcionamiento en términos más sencillos para tratar de entender qué es lo que está sucediendo con ella.

La fabricación de esta moneda es virtual y se lleva a cabo por un proceso llamado minería de datos y un complejo código criptográfico, que permite que una moneda sea única e irrepetible. Es decir, la bitcoin en realidad es una serie de números y letras que puede teclearse como cualquiera, o bien leerlo a través de un código bidimensional (aquel con forma cuadrada compuesta en su interior por otros pequeños cuadritos, por lo regular negros).


Aunque su origen y su uso más común se da en internet, en realidad se puede llevar al mercado físico, ya que basta con imprimir el código bidimensional para poder cargarlo como si fuera un billete. Esto ha permitido que algunas transacciones en tiendas o cafeterías ya se lleven a cabo a través de la bitcoin.

La controversia

A diferencia de las monedas fiduciarias –como el peso, dólar o euro–, la bitcoin no está respaldada por ningún gobierno ni depende de un emisor central, pues como ya lo explicamos se crea por los propios usuarios de la red en una operación de tú a tú. Esta característica hace de la bitcoin un mercado innovador, sin duda, pero también en constante evolución, por lo que se debe ser muy cauto al invertir en ella.

Por otro lado, los gobiernos –aunque ya han reconocido a la moneda– se muestran preocupados por la falta de regulación de la misma y su posible utilización para lavado de dinero. Sin embargo, la esencia de la bitcoin es justo esa: que no exista ninguna mano que la controle y se pueda respetar el anonimato de las operaciones. Incluso, es sabido que personas como Mark Zuckerberg la apoyan y tienen fuertes cantidades dinero invertidas en ella.

Sin embargo, también existen redes criminales, principalmente en Estados Unidos, que operan con ella (como sucedió con Silk Road, una web encriptada de compraventa de droga y de más productos legales o ilegales, que fue suspendida por el FBI).

“Algunos economistas con proyección internacional han mostrado un profundo desconocimiento de la verdadera naturaleza del dinero, alegando que el bitcoin no está respaldado por ningún bien tangible con valor intrínseco. La realidad es que el dinero está respaldado por la confianza de quien lo usa y no precisa de nada más. Curiosamente, hoy en día, la mayor confianza la ofrece el dinero –como el oro o el bitcoin– que no está controlado ni por bancos centrales con intereses poco transparentes, ni por gobiernos ensombrecidos por la corrupción”, asegura Ricardo Pérez Marco, analista económico del periódico El País.

Lo cierto es que al día de hoy, a pesar de las subidas y bajadas como las de cualquier divisa, la bitcoin hasta el 15 de noviembre se cotizaba a una razón de $447.21 dólares. Algunos alegan que es una burbuja financiera que pronto estallará dejando sin nada a aquellos que confiaron en ella, pero es verdad que ese riesgo existe con cualquier moneda, y hasta ahora la bitcoin ha demostrado funcionar bajo las leyes de oferta y demanda sin ninguna peculiaridad específica.

“Por su origen en la minería de datos, sabemos que el número de bitcoins en circulación es limitado (cerca de 12 millones actualmente), y cada vez hay más gente adoptándola, cuando descubren que nadie la controla y que se pueden hacer pagos y transferencias internacionales instantáneas y gratuitas. La bitcoin deja obsoletos a los servicios de transmisión de dinero, y gran parte de los servicios bancarios.

"El volumen de transacciones de bitcoin se acerca al de Western Union, y la capitalización de la bitcoin es de unos $3.700 millones de dólares, comparable al PIB de Andorra y superando al de muchos países pequeños”, comenta Pérez Marco en el diario.

¿Qué vendrá después para Bitcoin?, la pregunta en el aire
Es muy probable que la Bitcoin Fundation lleve a cabo cierta regulación de protocolo para calmar algunos ánimos de detenerla, pero como sucede con muchos de los fenómenos que ha generado el internet, estamos en una etapa en la que las leyes han sido superadas y no se tiene certeza de cómo enfrentar una nueva moneda que ha demostrado tener aceptación entre la gente y no para de crecer.

Habrá que continuar muy pendientes de las noticias para saber a dónde se mueve esta nueva manera de hacer transacciones financieras, y como cualquier instrumento de inversión, tomarlo con cautela y darse a la tarea de entender el mercado antes de entrar en él, asumiendo los riesgos que este implique.

Características principales de Bitcoin

Está descentralizada: no pertenece a ningún Estado, banco, institución financiera o empresa, y puede usarse en todo el mundo. 
Es imposible su falsificación o duplicación gracias a un sofisticado sistema criptográfico. 
No hay intermediarios: las transacciones son irreversibles y se hacen directamente de persona a persona. 
Puedes cambiar bitcoins a dólares u otras divisas y viceversa, como cualquier moneda. 
No es necesario revelar tu identidad al hacer negocios y preserva tu privacidad. 
El dinero te pertenece al 100%; no puede ser intervenido por nadie ni las cuentas pueden ser congeladas. 

Publicado en Revista Alto Nivel
POR: ALEJANDRA PALOMARES