¿Qué pasa si tan solo un día, no tenemos acceso a Internet?
¿Qué pasa si tan solo un día, no usamos la computadora?
¿Qué pasa si tan solo un día, no tenemos acceso al sistema de televisión de
paga?
¿Qué pasa si tan solo un día, no tenemos energía eléctrica en la casa o en
la oficina?
Hoy, los seres humanos somos esclavos de la tecnología. La falta de
cualquiera de las herramientas o servicios antes mencionados, hacen que nuestro
paradigma de vida cambie radicalmente, incluso nuestro estado de ánimo se ve
afectado por la falta de alguno de estos “esenciales” bienes.
Tan solo hace solo una década quizá un poco más, no teníamos acceso vía
teléfonos inteligentes a Internet. En algunos casos los teléfono empezaban a enviar
y recibir mensajes de texto y si no contábamos con un equipo que permitiera el
uso de tecnología SMS, usábamos mensajería vía operador a través de servicios
como Sky Tel.
Antes de eso la telefonía móvil era complicada Los teléfonos eran grandes, la
batería duraba solo unas horas, el servicio no era nacional y la señal era de
baja calidad. En un momento de desesperación para hacer una llamada, lo más práctico
era traer a la mano una tarjeta de telefonía pública y esperar que el aparato
no tuviera el cable roto. Antes de eso, estaban los teléfonos públicos que
funcionaban con una moneda de 20 centavos. Hoy, no cargar la batería del
celular, olvidarlo en casa o la oficina o perderlo, puede ser una tragedia
griega.
Antes que la televisión de paga fuera accesible solo se contaba en la
ciudad de México con 8 canales de señal abierta. Hoy con el acceso a 200
canales de todo el mundo aún decimos la frase “no hay nada que ver en la tele”.
Si por alguna razón se corta la señal o nos cortan la señal nos ahogamos con
nuestra propia saliva, Siendo incapaces de tomar un libro o escuchar el (la)
radio o de tener una antena de conejo de emergencia y conectarla a la televisión.
¿Y si se corta la energía eléctrica?
No hay elevadores, no se puede encender: El microondas, la televisión, el
reproductor de películas, la luz, no se puede recargar el teléfono móvil, la
puerta eléctrica no funciona, en algunos casos no se puede cocinar porque la
estufa es eléctrica.
Si encendemos la computadora y no podemos accesar a Internet, el día toma
tintes de tragedia. El uso de internet de forma comercial inició en el año
1994. Antes de eso para comunicarnos con nuestros clientes usábamos el teléfono
y si requeríamos enviarle un documento lo hacíamos vía fax. Si el fax no servía
el documento era enviado vía mensajería y si era urgente la entrega era
personal.
Por último, si el coche no funciona, mejor se queda uno en casa, no es posible
que me aventure a usar el transporte público, mucho menos a caminar.