Cuando Alfred Nobel inventó la dinamita, allá a mediados del siglo XIX, esperaba que fuera usada para facilitar la vida de los mineros: con ella las rocas saltarían en pedazos y no habría que estar picándolas durante horas.
Sin embargo, su creación fue rápidamente adoptada por la industria armamentística, y lo que saltó en pedazos fueron los cuerpos de los soldados. Nobel quedó estupefacto, y para contrarrestar los efectos negativos y destructivos de su creación, inventó los premios inmortales que llevan su nombre, haciendo especial énfasis en el de la Paz.
Al creador del botón del retuiteo la ha pasado un poco lo mismo que a Alfred Nobel.
No, su invento no mata personas, pero hace mucho daño cabreando a millones. Hace una década, Chris Wetherell trabajaba en Twitter y dirigía el equipo que creó el botón de retuit, esa opción que permite compartir rápidamente un mensaje en la red de microblogging, amplificando así su alcance. Aunque su idea era la de compartir información rápidamente y fácilmente, su uso se pervirtió en seguida: los usuarios compartían sus mensajes sin apenas reflexionar y las noticias falsas y los ataques se propagaban a la velocidad de la luz.
Chris Wetherell, que ha concedido una entrevista a Buzfeed, confiesa ahora que se arrepiente de su creación por haber dado un poder a los usuarios que quizás no merecían por no ser lo suficientemente maduros: "Ha sido como entregarle un arma cargada a un niño de cuatro años", resume.
Resulta curioso el odio que siente Wetherell hacia su invento, ya que no fue una idea suya, sino que simplemente se dieron cuenta de una tendencia que había en Twitter y la quisieron estandarizar y automatizar. Hasta la invención del retuit, los usuarios compartían los tuits de los demás copiando el texto, pegándolo en un nuevo tuit y escribiendo las letras RT a continuación. Wetherell y los suyos solo inventaron el botón de compartir tuits más rápidamente.
Según confiesa en Buzfeed, Chris Wetherell se dio cuenta de que los retuits eran muy dañinos cuando ocurrió el escándalo del Gamergate, una campaña de acoso contra mujeres que jugaban a los videojuegos. En esa momento, muchos usuarios se dedicaron a compartir mensajes machistas a base de retuits y también noticias falsas que alimentaron el odio hacia las féminas. "Para los acosadores fue muy fácil dañar la reputación de alguien que no les gustaba", explica Wetherell sobre aquellos días.
Sin embargo, el programador asegura que no eliminaría el botón de retuit en estos momentos, ya que pagarían justos por pecadores. ¿Qué es lo que pide? Que los usuarios lo utilicen con responsabilidad, para evitar propagar fake news o el odio. Yahoo