Viena, 10 sep (EFE).- Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea se mostraron hoy dispuestos a acordar este año un impuesto a las grandes empresas de Internet, pese a que la propuesta sobre la mesa está lejos de alcanzar la necesaria unanimidad por las dudas de varios países, incluida Alemania.
"Lo que hemos logrado hoy es el reconocimiento común de trabajar en una solución de corta duración hasta final de año, basada en la propuesta de la Comisión Europea", dijo el ministro de Finanzas austríaco, Hartwig Löger, cuyo país ostenta la presidencia de la Unión y acogió en Viena el consejo informal de ministros este viernes y sábado.
Los Veintiocho buscan el modo de gravar la actividad de las grandes empresas digitales para paliar la disparidad que existe actualmente entre lo que pagan en impuesto de sociedades estas plataformas (9,5 %) y las empresas tradicionales (23,2 %).
El punto de partida para la discusión es una propuesta del Ejecutivo comunitario que plantea introducir un impuesto del 3 % sobre la facturación por ciertos servicios digitales de las empresas de Internet que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo y más de 50 millones en la UE, que se aplicaría de forma temporal hasta adaptar la fiscalidad europea a estos nuevos modelos.
Los Estados coinciden en que debe darse respuesta a un problema que perciben los ciudadanos, tanto más de cara a las elecciones europeas de 2019, pero discrepan sobre el modo de hacerlo y, en particular, varios prefieren que la solución se pacte de forma global en el seno de la OCDE.
Para intentar salvar este escollo, el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, propuso hoy a sus socios introducir una "cláusula de extinción" que garantice que el impuesto europeo será reemplazado "tan pronto como haya una solución en la OCDE", una idea que ha generado consenso según la presidencia.
"La vincularemos a una cláusula de extinción, para destacar que será una solución de transición a nivel europeo, y de forma paralela trabajaremos en una solución de larga duración (...) pero estamos dispuestos a desarrollar una solución de corta duración", afirmó Löger.
Pero esta posible cláusula no es suficiente para convencer a todos en un dosier que necesita el apoyo de los veintiocho para salir adelante.
Irlanda encabeza la oposición al impuesto, junto con Finlandia, Suecia y Dinamarca, mientras que Bélgica, Luxemburgo, Holanda y Reino Unido mantienen reservas pero se mostraron en esta reunión más abiertos que en las precedentes.
"Irlanda tiene gran preocupación por que la UE avance con la tasa digital de forma unilateral", dijo el ministro de Finanzas irlandés, Peter Donohoe, en un encuentro con algunos medios durante la reunión, admitiendo que algunos países "ven el riesgo de cambios en su recaudación".
Donohoe explicó que su país prefiere una solución global pero "evaluará cualquier propuesta de cualquier colega y trabajará constructivamente".
Por su parte, el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, dijo que su país "comparte la ambición de llegar a acuerdos antes de fin de año" aunque hay temas sobre los que trabajar.
Alemania, que inicialmente respaldó el impulso francés a la medida, había dejado traslucir esta semana sus dudas al respecto.
Al término de la reunión su homólogo galo había admitido que Berlín tiene "interrogantes", en particular sobre cómo evitar que las empresas reduzcan su base imponible, garantizar que pagan allí dónde generan valor y sobre el coste de recaudar la tasa, pero aseguró que darán respuesta a los mismos.
"En tiempos en que el populismo asciende en Europa tenemos que aportar respuestas y estas son decisiones políticas", advirtió Le Maire.
España apoya sin ambages la iniciativa. De hecho, la ministra de Economía, Nadia Calviño, informó a sus socios de que el Gobierno español prevé introducir esta tasa sobre la base de la propuesta de la Comisión aún cuando no exista consenso europeo.
La intención del Gobierno español no es esperar a que haya un acuerdo europeo o supranacional para adoptar las decisiones oportunas", dijo Calviño en rueda de prensa tras el encuentro, sin avanzar cuánto esperan recaudar con el impuesto dado que dependerá del diseño del mismo. UE
Francia propone que tasa a las digitales sea temporal para impulsar un pacto
El ministro de Economía y Finanzas francés, Bruno Le Maire, anunció hoy que propondrá a sus socios de la Unión Europea introducir una cláusula de extinción que garantice que un eventual impuesto a las grandes empresas digitales sea temporal hasta encontrar una solución común a nivel global.
"Hoy haré una nueva propuesta para que introduzcamos una cláusula de extinción en la propuesta de la Comisión Europea de forma que se asegura que tan pronto como haya una solución en la OCDE esta solución reemplazará a la solución europea", dijo Le Maire a su llegada al consejo informal de titulares económicos de la UE que se celebra hoy en Viena.
Esto busca responder a uno de los principales argumentos de los países que se oponen a introducir un impuesto europeo, que prefiere una acción a nivel global para no perjudicar los intereses europeos.
Le Maire aseguró que la propuesta de la Comisión Europea es una "base sólida" para avanzar e insistió en que debería tomarse una decisión antes de finales de año puesto que la situación actual es "injusta e ineficiente".
La propuesta del Ejecutivo comunitario, presentada a instancias de Francia con el apoyo de otros países, plantea introducir un impuesto del 3 % sobre la facturación por ciertos servicios digitales de las empresas de Internet que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo y más de 50 millones en la UE.
Está ya pensada como una medida temporal para paliar la baja contribución por impuesto de sociedades, hasta que se adopte una solución permanente que, de acuerdo con el plan de Bruselas, pasaría por tener en cuenta la presencia digital a la hora de calcular dónde pagan impuestos.
Actualmente la propuesta está bloqueada por la falta de apoyo entre los países, que están profundamente divididos y lejos de encontrar la unanimidad entre los Veintiocho que se necesita para aprobar la medida.
Por su parte, el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, que compareció ante la prensa junto a Le Maire, señaló que "hace falta tomar tiempo para debatir" sobre la fiscalidad de los gigantes digitales, pero que está "absolutamente decidido a encontrar una solución muy pronto".
Scholz defendió que la Unión Europea está "actuando pronto, antes de que el problema se haga grande", y consideró muy positivo que haya propuestas europeas sobre la mesa y que también se debata en los foros internacionales sobre la fiscalidad digital.
"Todo el mundo entiende que no es justo que las nuevas compañías del mundo más exitosas, las empresas de Internet, no contribuyan en la financiación del bien público", afirmó el titular de Finanzas germano.
Tras una semana en la que se ha puesto en cuestión el compromiso de Alemania con el impuesto impulsado por Francia, los ministros se esforzaron en subrayar la cooperación francoalemana y su compromiso con las propuestas conjuntas que hicieron en la denominada declaración de Meseberg firmada en junio.
En este sentido, además de la tasa digital, insistieron en que también esperan forjar hasta diciembre progresos concretos sobre la reforma de la eurozona. Francia