Dublín, Irlanda, 19 de diciembre, 2016 (AP). Irlanda apelará la orden sin precedentes de la Unión Europea de que cobre a Apple impuestos por 13,000 millones de euros (14,000 millones de dólares), informó el lunes el Departamento de Finanzas irlandés.
Dublín anunció su decisión casi cuatro meses después de que las autoridades antimonopolios de la UE dispusieran que Apple pague a Irlanda impuestos largamente atrasados sobre las ventas en toda Europa.
Irlanda solo grava las ventas de la compañía estadounidense en su propio territorio, y les aplica tasas bajas, pero tales impuestos a su vez se han reducido considerablemente mediante el uso de compañías fantasma.
En su síntesis jurídica formal, el Departamento de Finanzas declaró que ése es todo el sentido de la política irlandesa para atraer inversionistas extranjeros. Afirma que es perfectamente legal cobrar menos impuestos a las ganancias que las que cobran otros gobiernos.
El departamento irlandés acusa a las autoridades de competencia de la UE de ser injustas, de excederse en sus facultades y de pretender violar la soberanía del país en asuntos fiscales nacionales.
En el fallo revelado el 30 de agosto por la comisionada de competencia de la UE, Margrethe Vestager, se solicitó a Apple que pagara a Irlanda 13,000 millones de euros por abstenerse de haber pagado los impuestos correspondientes a las ganancias en todo el bloque europeo de 2003 a 2014.
En su informe, Vestager concluyó que Apple —con sede en Cupertino, California— utilizó dos compañías fantasma registradas en Irlanda para reportar ganancias en toda Europa a tasas efectivas por abajo del 1%.
La cantidad mencionada en el fallo de la UE podría haber sido más alta, porque los límites de tiempo de la UE significaban que la decisión podría incluir posibles infracciones fiscales que se remontaran solo desde 2003 y no desde 1991, la fecha original del acuerdo fiscal de Apple con Irlanda.
Aun así, los especialistas irlandeses en impuestos corporativos estiman que la orden de la UE, si se aplica, en realidad significará una erogación fiscal para Apple de 19,000 millones de euros (20,000 millones de dólares) debido al interés compuesto por el retraso en el pago.
El punto central del argumento de Irlanda es que Vestager debería haberse limitado a controlar las ayudas estatales ilegales que otorgan una ventaja injusta a una empresa en particular. Alega que la UE ha lanzado un asalto contra una política que Irlanda ha ofrecido a todas las empresas extranjeras que se muden a su suelo.
Los beneficios son evidentes en Irlanda, que tiene la economía de crecimiento más rápido en Europa, impulsada por exportaciones de alrededor de 1,000 multinacionales que dan empleo al 5% de la mano de obra y generan casi una cuarta parte de la producción económica nacional.
Actualmente, Apple es el mayor empleador privado de la segunda ciudad más grande de Irlanda, Cork, con una plantilla superior a los 5,500 trabajadores. Los economistas estiman que la operación de Apple en Cork inyecta a la economía irlandesa alrededor de 16,000 millones de euros anuales en salarios, impuestos e inversiones.