Washington/San Francisco, 10 de noviembre, 2016 (Reuters). El triunfo electoral de Donald Trump encendió alarmas en las compañías tecnológicas y entre defensores de las libertades civiles, temerosos de que el republicano autodenominado el presidente de "la ley y el orden" intente expandir programas de vigilancia y reviva la batalla sobre el acceso del Gobierno a información codificada.
La campaña de Trump realizó varias críticas contra el sector tecnológico, incluyendo llamados a impedir el acceso a sectores de internet para limitar la propaganda islamista y a un boicot contra productos de Apple, por el rechazo de la empresa a colaborar con el FBI para decodificar un iPhone vinculado a un tiroteo en California.
Trump también amenazó con tomar medidas antimonopolio contra Amazon.com y demandó que las compañías tecnológicas, como Apple, fabriquen sus productos en Estados Unidos.
La batalla sobre la codificación de la información, que data de la década de 1990, podría encenderse rápidamente con la victoria de Trump y la reelección del senador republicano Richard Burr, el presidente de la comisión de inteligencia de la cámara alta.
Burr lideró un fallido esfuerzo el año pasado por aprobar una legislación que exija a las compañías habilitar una "puerta trasera" para sus productos que permita a agentes del Gobierno saltarse la encriptación y otras formas de protección de datos.
Tales requerimientos han sido rechazados con fuerza por la industria tecnológica, que argumenta que debilitan la seguridad para todos y que el gobierno no tiene un mandato sobre el diseño de productos de esta área.
"Imagino que (Trump) será un tipo que probablemente obligue a tener puertas traseras", dijo Hank Thomas, jefe operativo de Strategic Cyber Ventures y un veterano de la Agencia de Seguridad Nacional. "No creo que sea un amigo de la privacidad y el lado atemorizante para mí es que tendrá a las agencias de inteligencia más involucradas en asuntos domésticos".
Jan Koum, cofundador del servicio de mensajería WhatsApp, propiedad de Facebook, dijo a Reuters que WhatsApp será extremadamente enfático en contra de tales esfuerzos, ya que "dañarían la reputación de las empresas estadounidenses en la escena mundial". WhatsApp desplegó mensajería cifrada en su servicio a comienzos de este año.
Burr probablemente reintroducirá su legislación sobre la información codificada el próximo año, esta vez con apoyo de la Casa Blanca, de acuerdo a un miembro de una compañía tecnológica que trabaja sobre asuntos de política y que habló bajo condición de anonimato.
Se sabe muy poco sobre quién está asesorando a Trump en materia de políticas tecnológicas, pero se espera que descanse de manera importante en el ex director de la Agencia de Inteligencia de Defensa, Michael Flynn. Podría ser nombrado como director nacional de inteligencia o jefe de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), dijo Thomas, quien conoce a Flynn.
La capacidad de Trump para expandir las operaciones de vigilancia en la NSA es un foco de preocupación para los defensores del derecho a la privacidad por el nivel de secretismo que rodea a los programas, dijo Elizabeth Goitein, co-directora del Brennan Center for Justice’s Liberty and National Security Program.
"Siempre tienes que preguntarte si puedes confiar en la próxima administración y en la siguiente", dijo. "Y ahora hay una evaluación. ¿Está la gente cómoda con un presidente Trump que tiene amplios poderes de vigilancia sobre estadounidenses que no son sospechosos de nada?".