sábado, 19 de noviembre de 2016

EEUU dice estar muy preocupado por el bloqueo ruso a LinkedIn

MOSCÚ (Reuters) - El Gobierno estadounidense dijo el viernes que estaba muy preocupado por la decisión rusa de bloquear el acceso público a la red social LinkedIn, argumentando que eso sienta un precedente que podría usarse para justificar la censura a otros sitios de internet que operan en Rusia.

LinkedIn, que tiene su sede central en Estados Unidos, es la primera red social importante en ser bloqueada por una nueva ley de Moscú que exige a las compañías que tienen datos de los ciudadanos rusos que los almacenen en servidores localizados en su territorio.

Los analistas de servicios de internet dicen que otras firmas tecnológicas, como Facebook y Twitter, también podrían ser bloqueadas si no trasladan los datos rusos a servidores locales.

Maria Olson, portavoz de la embajada de Estados Unidos en Moscú, dijo que Washington instó a las autoridades rusas a restablecer inmediatamente el acceso a LinkedIn, y agregó que las restricciones dañaban la competencia y al pueblo ruso.

"Estados Unidos está profundamente preocupado por la decisión de Rusia de bloquear el acceso al sitio web LinkedIn", dijo Olson en un comunicado enviado a Reuters.

"Esta decisión es la primera de este tipo y sienta un complicado precedente que podría ser usado para justificar el cierre de cualquier sitio de internet que contenga datos de usuarios rusos", agregó.

El viernes, cualquier persona que intentaba acceder a LinkedIn vía el operador de telecomunicaciones de Rusia MTS veía un mensaje en ruso que decía: "El acceso al medio que solicitó está restringido". Los intentos de entrar al sitio a través de Vimpelcom, otro importante operador, también eran infructuosos.

Las autoridades rusas dicen que los nuevos requerimientos legales están diseñados para asegurar la protección de los datos personales de los consumidores rusos, algo que señalan que sólo puede lograrse si los servidores están dentro de la jurisdicción rusa. Para los críticos, la nueva ley es parte de un ataque a las redes sociales en un país que cada vez controla más la web. Reuters