
Dos de las prácticas identificadas —restringir los métodos de pago que los desarrolladores pueden aceptar y evitar el uso de monedas virtuales entre aplicaciones— podrían violar la ley antimonopolio japonesa, señaló el panel en un reporte.
"Deberíamos supervisar la situación", indicó el informe, que agregó: "Si el regulador de la competencia juzga ciertas acciones como ilegales, deberían tomarse medidas legales firmes como respuesta".
Representantes de Apple y Google no estuvieron inmediatamente disponibles para realizar comentarios.

El reporte del panel japonés observó que las dos gigantes tecnológicas estadounidenses, además de otras firmas que controlan plataformas mediante las cuales se venden aplicaciones para telefonía móvil, usaron sus posiciones dominantes para decidir qué podían hacer y qué no podían los desarrolladores de apps.
El Gobierno de Japón ha vuelto a poner el foco en la industria tecnológica después de que el primer ministro Shinzo Abe convirtió la inversión en tecnología de vanguardia en una parte central de su estrategia de crecimiento económico.