En una entrevista con la agencia EFE, el experto en seguridad informática en Latinoamérica consideró que “el cibercrimen no va a parar de crecer mientras los criminales obtengan ganancias financieras”.
Según el reciente informe “Ciberseguridad 2016” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), sólo seis países en América Latina y el Caribe tienen estrategias de seguridad cibernética: éstos son Brasil, Colombia, Jamaica, Panamá, Trinidad y Tobago y Uruguay.
Por otro lado, Argentina, Antigua y Barbuda, Bahamas, Costa Rica, Dominicana, El Salvador, Haití, México, Paraguay, Perú y Surinam están en proceso de articular estrategia. Para Kelsey, estos datos deben a animar a los gobiernos a articular sus capacidades frente al cibercrimen “con el objeto de minimizar riesgos y debilidades”.
“Ese es el primer paso: tener conciencia del peligro”, indicó el experto, que destacó que, actualmente, Estados Unidos, Reino Unido y Singapur son los países más preparados frente al delito informático.
Junto al conocimiento, Kelsey apostó por la acción conjunta, tanto de instituciones como de empresas en todo el mundo. “No se trata de un asunto de seguridad regional, es un problema global, los ciberdelincuentes no miran los mapas”, afirmó.
Según Kelsey, los peligros se han confirmado y alcanzan todos los ámbitos. “Recientemente, en un hospital de Hollywood (California) infectaron todos los aparatos de las habitaciones. Los pacientes tuvieron que ser trasladados y el hospital tuvo que pagar a los ciberatacadores un rescate para poder recuperar los datos y los equipos”.
El crecimiento del “internet de las cosas”, fenómeno de conexión de todo a la red, va a alentar nuevos escenarios de actuación cibercriminal. Para Kelsey, el problema está en el número de dispositivos conectados, “al incrementar la cantidad, aumentan los riesgos”.
Sobre las tendencias en 2016, Kelsey destacó el uso de los drones en todos los campos y para ello puso un ejemplo: “En Estados Unidos, es obligatorio registrar el dron cuando un consumidor lo compra. Según las últimas estadísticas, ahora hay más drones registrados en las oficinas del Gobierno que aviones en EE.UU.”.
“Ese es el primer paso: tener conciencia del peligro”, indicó el experto, que destacó que, actualmente, Estados Unidos, Reino Unido y Singapur son los países más preparados frente al delito informático.
Junto al conocimiento, Kelsey apostó por la acción conjunta, tanto de instituciones como de empresas en todo el mundo. “No se trata de un asunto de seguridad regional, es un problema global, los ciberdelincuentes no miran los mapas”, afirmó.
Según Kelsey, los peligros se han confirmado y alcanzan todos los ámbitos. “Recientemente, en un hospital de Hollywood (California) infectaron todos los aparatos de las habitaciones. Los pacientes tuvieron que ser trasladados y el hospital tuvo que pagar a los ciberatacadores un rescate para poder recuperar los datos y los equipos”.
El crecimiento del “internet de las cosas”, fenómeno de conexión de todo a la red, va a alentar nuevos escenarios de actuación cibercriminal. Para Kelsey, el problema está en el número de dispositivos conectados, “al incrementar la cantidad, aumentan los riesgos”.
Sobre las tendencias en 2016, Kelsey destacó el uso de los drones en todos los campos y para ello puso un ejemplo: “En Estados Unidos, es obligatorio registrar el dron cuando un consumidor lo compra. Según las últimas estadísticas, ahora hay más drones registrados en las oficinas del Gobierno que aviones en EE.UU.”.