Un día como el de este 24 de enero pero en el año 1984 Steve Jobs revolucionó el mundo de la informática y, en concreto, el terreno de los ordenadores personales al revelar el Macintosh 128K ante 2.600 personas. Han transcurrido ya 30 años desde su presentación al mundo pero lo cierto es que el trabajo que se hizo con el primer Mac todavía se ve reflejado en los ordenadores actuales.
La novedad de este Macintosh no estuvo relacionada con que fuese el primer ordenador que vendiese Apple de forma masiva ni tampoco fue el primer equipo de la compañía en usar una interfaz WIMP (con ventanas, iconos y puntero del ratón) sino que integrase en un equipo todas las características buenas e innovadoras propias de la marca de la compañía de la manzana.
Entre estas destacaron la facilidad de uso, el énfasis en la creatividad personal y la idea de que había algo mejor en los ordenadores que el texto verde sobre pantallas negras.
Tal y como ha recogido Cultof Mac, aquel Macintosh 128K estaba equipado con un procesador de 8MHz, 128KB de RAM y contaba con una pantalla en blanco y negro de 9 pulgadas 512x342 píxeles. Su precio en aquella época fue de 2.500 dólares (unos 1.800 euros).
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