Madrid, 23 jul (EFE).- Apple mantiene en fase "avanzada" conversaciones para comprar el negocio de chips de módems para teléfonos inteligentes de Intel, lo que le ayudaría a hacerse con el control del desarrollo de componentes fundamentales para sus dispositivos.
El acuerdo, que cubre una cartera de patentes y de personal valorada en 1.000 millones de dólares o más, podría alcanzarse a lo largo de la próxima semana, siempre que las negociaciones no fracasen, según publica The Wall Street Journal, que cita a fuentes cercanas a la operación.
La transacción sería importante desde un punto de vista estratégico y financiero, según las fuentes.
La operación daría a Apple acceso al trabajo de ingeniería y al talento detrás del empuje que desde hace años ha llevado a cabo Intel para desarrollar chips de módems para la próxima generación de tecnología inalámbrica, conocida como 5G, lo que podría ahorrarle años de trabajo de desarrollo a Apple.
La empresa se ha dedicado a fabricar chips para diferenciar sus dispositivos ahora que las ventas de smartphones se han estabilizado a nivel mundial, reduciendo el negocio del iPhone, que desde hace tiempo ha sostenido su beneficio.
La compañía ha contratado a ingenieros, incluso algunos de Intel, y anunció planes de abrir una oficina con una plantilla de 1.200 personas en San Diego (EE.UU.).
Para Intel, una operación así le permitiría desprenderse de un negocio que ha estado lastrando su beneficio neto.
Su división de smartphones ha estado perdiendo 1.000 millones de dólares al año, según una fuente cercana a su evolución, y no ha cumplido las expectativas.
Aunque saldría del negocio de smartphones, Intel tiene previsto seguir trabajando en la tecnología 5G para otros dispositivos conectados.
Intel y Apple llevan un año negociando de manera intermitente pero las conversaciones se rompieron cuando Apple alcanzó un acuerdo que anunciaron de suministro de módems de varios años con Qualcomm, rival de Intel.
Con este acuerdo, Apple y Qualcomm pusieron fin a todas las disputas judiciales relacionadas con patentes que mantenían abiertas en varias partes del mundo con un acuerdo, que incluye un pago de por lo menos 4.500 millones de dólares al fabricante de chips. Apple