Sao Paulo (EFE). La décima edición brasileña de la Campus Party, una de las principales ferias tecnológicas del mundo, abrió sus puertas el martes (31 de enero) al público en Sao Paulo con el reto puesto en las soluciones a los problemas y desafíos que enfrenta el mundo moderno.
La Campus Party, que se celebra en Sao Paulo desde 2008 y tuvo una edición especial en 2012 en Recife (noreste), comenzó este martes en el Centro de Exposiciones y Convenciones Anhembí, en la mayor ciudad brasileña, con 8,000 campuseros, como son conocidos los participantes que acampan dentro del espacio del evento.
La organización espera también un público de unos 80,000 visitantes durante los seis días del evento, que reúne expositores, especialistas y algunos invitados como el muralista y grafitero brasileño Eduardo Kobra y el estadounidense Mitch Lowe, cofundador de Netflix.
Las conferencias de especialistas y debates con participación de los campuseros proponen temas para dar soluciones a los desafíos del mundo moderno desde el campo informático y tecnológico, sin dejar de lado los valores humanos de la sociedad.
Uno de esos temas será la discusión del Marco Civil de Internet, que regulará el servicio en el mayor país de Suramérica, en la que la sociedad brasileña viene participando activamente de su elaboración.
Para el presidente del Instituto Campus Party, Francesco Farruggia, la discusión del Marco Civil de Internet y el Foro de Ciudades Inteligentes y Humanas resaltan ese compromiso de lo humano con lo tecnológico.
"La revolución digital va a cambiar las leyes y por eso es importante, en el Parlamento, que se tenga consciencia de lo que va a pasar", resaltó Farruggia.
Precisamente, la Campus Party se unió recientemente el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para la realización del 'The Big Hackathon', un desafío que tiene como objetivo encontrar soluciones tecnológicas para el desarrollo sostenible del planeta.
Una batalla de robots, catorce simuladores, videojuegos, pruebas de astrofísica y el primer Campeonato Brasileño de Drones serán algunas de las atracciones abiertas para el público, que podrá disfrutar de 700 horas de entretenimiento.
Un servicio interno de internet con velocidad de cuarenta gigabytes será otro de los atractivos para los 'campuseros'.
Fuentes próximas a la organización indicaron que la décima edición brasileña de la Campus Party tuvo un costo de 22 millones de reales (unos siete millones de dólares).
El director general de la Campus Party Brasil, Tonico Novaes, admitió que la actual edición recibió menos recursos que las anteriores y muchos de los patrocinadores no estuvieron este año como consecuencia de la recesión económica por la que pasa Brasil.