miércoles, 12 de marzo de 2014

Un internet móvil mejor gracias a las interferencias

Foto: Cada uno de estos iPhones está reproduciendo un vídeo HD distinto enviado mediante la tecnología inalámbrica de ArtemisNetworks.

Hace diez años, cuando la mayoría de nosotros no tenía ni idea de lo que era un smartphone, Steve Perlman contemplaba un futuro en el que estaríamos viento tantos vídeos de YouTube a través de las redes móviles que las bandas de radiofrecuencia disponibles para los operadores inalámbricos se atascarían.

La situación aún no está en ese punto, pero el uso de datos móviles ha crecido muchísimo, y los vídeos suponen más de la mitad de tráfico que fluye por las redes, según el Índice de Redes Visuales de Cisco. Aunque aún no estemos en situación de "escasez de espectro", a los académicos y a la industria les preocupa que seamos incapaces de gestionar la demanda creciente de datos móviles.

Ahora Perlman, un inventor que cofundó WebTV y fundó el servicio de juegos en nube OnLive, afirma tener una solución para hacer un mejor uso del espectro inalámbrico y que podría dar lugar a teléfonos más baratos y ligeros. Durante la última década ha estado trabajando en una tecnología llamada pCell (siglas en inglés de móvil personal), que su empresa, dedicada a las tecnologías inalámbricas y con sede en San Francisco, Artemis Networks, espera poder lanzar a finales de este año. Pero a pesar de que Perlman sostiene que pCell es revolucionario, se está encontrando con cierto escepticismo dentro de la propia industria que espera revolucionar. 

En una red móvil estándar, las torres de antena se colocan para minimizar la interferencia con otras y cada una transmite una señal recogida por los teléfonos que se encuentran dentro de su área de señal, que puede ser desde 50 metros cuadrados a unos 3 kilómetros cuadrados. Cada teléfono recibe una porción de la capacidad de la torre, lo que implica un mal servicio si demasiadas personas intentan usar el mismo nodo simultáneamente.

Perlman exlica que pCell sigue un método distinto: acepta la interferencia de señales. Su idea es colocar unas estaciones base más pequeñas que un plato de antena de televisión por satélite donde resulte conveniente (por ejemplo, en el tejado o en el lateral de un edificio) y cuyas señales se solapen a propósito. Según Perlman, esas señales solapadas se combinan de forma constructiva para crear una especie de célula móvil personal, de un centímetro de diámetro, que se mueve contigo mientras te desplazas por la red. La señal no se reduce cuando se añaden usuarios a la red. La capacidad general puede aumentarse añadiendo más puntos de acceso.

La red pCell establece las condiciones inalámbricas de cada teléfono en un nodo prestando atención a la señal de enlace normal del teléfono, que se pasa a un centro de datos pCell. Para conseguir que un vídeo de YouTube, por ejemplo, se transmita a distintos smartphones, los datos del vídeo se envian primero de YouTube a un centro de datos pCell, donde se calcula la forma de onda óptima para cualquier punto de acceso dado a la red. Las ondas de radio que se enviarán entonces del punto de acceso a los smartphones se combinan al acercarse a los aparatos y generan las señales necesarias.

Perlman explica que pCell funciona con los dispositivos LTE existentes y que los usuarios no notarán que pasan de una torre móvil normal a un nodo pCell. Artemis está trabajando con los operadores móviles y los dueños del espectro, así como con emprendedores interesados en usar pCell en las partes del espectro sobre las que no se han concedido licencias de uso.

Perlman afirma que la start-up tiene un socio en San Francisco que le permitirá instalar estaciones base gratis en 350 tejados y tiene previsto empezar a desplegar estaciones base para el cuarto trimestre de este año. Artemis necesitará muchas estaciones base para cubrir un gran área si son como la que me mostró Perlman en su oficina de San Francisco. Aunque el alcance depende de la potencia de la estación base, una unidad de cinco vatios cubre de dos a ocho manzanas dependiendo de las frecuencias que se usen.

Foto: La tecnología pCell de Artemis Networks usa puntos de acceso denominados uses pWaves para establecer una comunicación entre un centro de datos y los dispositivos conectados a la red.

Perlman espera que con el tiempo se puedan fabricarsmartphones específicos para las redes pCell. Y afirma que los dispositivos de este tipo serán más finos, ligeros y baratos que los teléfonos existentes, ya que gran parte del hardware actual se podría eliminar dado que una mayor parte del procesado tiene lugar en servidores remotos.

PCell es el último de una larga lista de emprendimientos tecnológicos de Perlman. Cuando trabajaba para Apple en la década de 1980 ayudó a crear la plataforma de vídeo QuickTime. Después creó el servicio de televisión conectado a internet WebTV en 1995; se lo vendió a Microsoft en un acuerdo por 425 millones de dólares en dinero y acciones (unos 306 millones de euros) apenas dos años después. Su siguiente gran proyecto, el sitio de videojuegos en nube OnLive, fue un fracaso, se vino abajo el año pasado después de varios años perdiendo dinero y reapareció este mes con nuevos dueños, dirección y servicios de juegos.

Perlman lleva años trabajando en pCell en segundo plano y parece encantado con la idea de que esté a punto de ponerse en marcha. Durante una entrevista en la amplia y oscura oficina de Rearden Companies, una incubadora de empresas creada por Perlman en 2000, habla rápida y agitadamente sobre la tecnología. Acompaña su charla con una presentación de diapositivas que ilustra cómo se moverían las ondas de radio en una red pCell. Es el proyecto en el que más tiempo ha trabajado, afirma.

"Conseguimos que funcionase hace mucho. Pero no conseguimos que funcionase de forma práctica hasta hace poco", añade, riéndose.

Lo que no está claro es que pCell sea una auténtica innovación. El analista principal de la firma de investigación de mercados móviles Yankee Group, Ken Rehbehn, no ha visto los detalles técnicos necesarios para evaluar la importancia de la tecnología de pCell. "Llámame escéptico", afirma.

El profesor asociado de la Universidad del Sur de California (EEUU) e investigador en redes móviles Bhaskar Krishnamachari (y uno de los Innovadores Menores de 35 de MIT Technology Review en 2011), es más entusiasta. Afirma que pCell parece una versión de la tecnología MIMO de multiusuario distribuido. MIMO, que son las siglas en inglés de "input múltiple, output múltiple", es un método de usar múltiples antenas en una estación base y en un receptor (como un teléfono móvil) para mover datos por la red a la vez. Con el MIMO de multiusuario distribuido, cada antena y receptor transmisores son un dispositivo distintivo y las estaciones base se reparte y conectan con un servidor común para poder operar sobre un área mayor y mejorar la capacidad de la red.

En un principio la tecnología de Perlman se llamó DIDO, las siglas de "input distribuido, output distribuido", y que suena parecido. Pero este sostiene que su tecnología aumentará la capacidad de una red de forma continua según se vayan añadiendo estaciones base y servidores, mientras que MIMO se estabiliza.

Tras leer varias de las solicitudes de patente que respaldan la tecnología, Krishnamachari afirma que parece posible al menos en teoría.

Perlman me hizo varias demostraciones de pCell, entre ellas una usando cinco megahercios del espectro y antenas pCell para lanzar vídeo en alta definición a ocho iPhones simultáneamente. Normalmente, afirma, esa cantidad de espectro sólo serviría para proporcionar una fracción de ese tráfico. Pero en este caso todas las pantallas brillaban sobre una mesa negra con una buena calidad de imagen.

Evidentemente se trataba de un entorno completamente controlado y en el mundo real existen retos como asegurar que las estaciones base están sincronizadas, equipando la red para seguir adecuadamente a los usuarios según se mueven y mantener la red, por no hablar de montar todas las estaciones base para empezar.

Por estos motivos, Krishnamachari no cree que la tecnología pCell se use en instalaciones a nivel de una gran ciudad, sino en zonas más contenidas con mucho tráfico como aeropuertos, centros comerciales y estadios, donde bastará con una pequeña cantidad de ellas.

"Cuantas más cajas coloques, independientemente de lo que estén haciendo, más puntos tienes que arreglar cuando algo falla", afirma.

Publicado
http://www.technologyreview.es/read_article.aspx?id=44938