Este lunes entra en vigor la polémica derogación de las normas de la Administración Obama que protegían los principios de neutralidad de la red y que mantenían a internet a salvo de una posible discriminación de tráfico por motivos de origen, contenido u otros intereses empresariales.
Fracasan así todos los esfuerzos de miembros del Congreso, funcionarios estatales, compañías tecnológicas y grupos de defensa de los derechos digitales de los ciudadanos para mantener las redes libres de discriminación de tráfico.
Hasta la fecha, las normas tenían la finalidad de evitar que los proveedores de Internet bloqueasen, acelerasen o frenasen el acceso a servicios online específicos. La norma de neutralidad en la red, aprobada en 2015 bajo el mandato del entonces presidente Barack Obama (2009-2017), impedía que empresas proveedoras de internet pudieran bloquear o ralentizar el tráfico en cualquier portal a su antojo, amparándola como un servicio público.
Sin embargo, el 14 de diciembre la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) aprobó una nueva ley que acaba con la conocida neutralidad, gracias a la mayoría republicana en la institución que cumplió con las aspiraciones conservadoras en un ámbito que ha generado una fuerte polarización en los últimos años, recuerda EFE.
Ahora, con su derogación, el controvertido responsable de la FCC, Ajit Pai, considera esta desregulación —la eliminación de “regulaciones innecesarias y dañinas de internet”— como una buena noticia.
Se restaura pues la situación normativa anterior a la regulación de la era Obama, “que sirvió al mundo ‘online’ durante casi 20 años", remarcaba Pai en un comunicado el mes pasado.
En declaraciones a la cadena estadounidense CNN, Gigi Sohn, consejero del ex presidente de la FCC Tom Wheeler y acérrimo defensor de la neutralidad de la red, subrayó que "este 11 de junio es significativo porque será la primera vez en más de 15 años de batalla por la neutralidad de la red que la FCC no tendrá ningún papel en la preservación de Internet abierta y la supervisión del mercado de banda ancha”.
La batalla continúa
Nada va a cambiar hoy mismo, o al menos en eso coinciden todos los expertos: las compañías esperarán a que se solucionen los posibles litigios y conflictos legislativos que este golpe encime de la mesa ha provocado en EEUU.
De hecho, hubo recientemente una movilización en el Senado para tratar de defender la neutralidad de la red, frente a los deseos de la Administración Trump; en las últimas semanas, los demócratas del Senado activaron un mecanismo del Congreso dirigido a revertir decisiones de agencias federales (CRA). Por un escaso margen de 52 votos a favor y 47 votos en contra, los liberales consiguieron salvar en la Cámara alta el primer obstáculo para revertirla, pero no llegaron al segundo eslabón necesario: la votación en la Cámara de Representantes, donde la abrumadora mayoría republicana ha impedido el voto.
Por otro lado, más de 20 estados han presentado una demanda para detener la derogación de la neutralidad de la red. Varios estados, entre ellos Nueva Jersey, Washington, Oregón y California, han llegado incluso a impulsar legislación propia para hacer cumplir los principios de neutralidad de la red dentro de sus fronteras.
Porque, al fin y al cabo, existe la preocupación de que los proveedores de Internet demasiado control sobre cómo se sirven los contenidos en internet. Al menos, hasta ahora había una posibilidad de control; a partir de ahora, la opacidad será máxima y el control público, inexistente. EFE