viernes, 8 de abril de 2016

ZTE sustituye a sus directivos como sanción por comerciar con Irán

Shanghái, China. EFE. El gigante chino de equipos de telecomunicaciones ZTE anunció la sustitución de los principales cargos directivos de su compañía, un requisito que había acordado con el Departamento de Comercio de EUA para acceder a un aplazamiento temporal de sus sanciones por comerciar con Irán.

El anuncio lo publicó la compañía en un comunicado para el mercado en la Bolsa de Hong Kong, hace prever que en las próximas horas la nueva directiva se reunirá para desbloquear la publicación de su informe de resultados de 2015, paralizado el 17 de marzo por esas sanciones.

La firma, que abandonó temporalmente su cotización en Shenzhen y Hong Kong, el pasado 7 de marzo, por el mismo motivo, explicó entonces que no podría presentar en la fecha prevista sus resultados, ya que ahora debía evaluar el impacto de estas medidas de represalia comercial en sus operaciones.

Por ello, de publicarse finalmente los resultados, como se espera en el mercado, probablemente su regreso a los parqués podría producirse mañana mismo.

ZTE anunció que su presidente ejecutivo desde marzo de 2010, Shi Lirong, ha sido ya sustituido por Zhao Xianming, su principal directivo de tecnología hasta la fecha, mientras que Shi mantendrá un puesto no ejecutivo dentro de la jerarquía de la empresa.

Zhao sustituye además como presidente de la sociedad al fundador de la compañía en 1985, Hou Weigui, que ostentaba ese cargo desde febrero de 2004.

Por su parte, los dos vicepresidentes que había hasta ahora, Tian Wenguo y Qiu Weizhao, también han dimitido, y serán sustituidos próximamente.

EEUU acusa a ZTE de haber violado sus sanciones de exportación a Irán, al introducir en el mercado iraní tecnología estadounidense, en concreto, varios componentes electrónicos y software de sus equipos de telecomunicaciones, que la firma obtiene de sus suministradores habituales en el país norteamericano.

Según un documento interno de la compañía de 2011, revelado en marzo por el Departamento de Comercio estadounidense, Tian y Qiu fueron los encargados de diseñar un plan, a través sociedades instrumentales (empresas fantasma), para hacer posible seguir vendiendo a Irán sus equipos con componentes obtenidos en Estados Unidos.